HUELLA ECOLÓGICA
¿Alguna vez nos hemos preguntado cual ha sido nuestro paso por esta tierra, si hemos dejado buena huella o no?
¿Que es la huella ecológica?
La huella ecológica es un indicador ambiental que permite medir y evaluar el impacto sobre el Planeta de una determinada forma de vida en relación a la capacidad de la naturaleza para renovar los recursos al servicio de la humanidad.
El objetivo de esta herramienta, es que los seres humanos, ya sea en grupo o de manera individual, identifiquen y corrijan aquellas acciones que no contribuyen a un estilo de vida sostenible y para esto se ha diseñado una calculadora de huella ecológica específicamente para Colombia.
¿Cómo funciona?
La huella ecológica funciona a través de una medición que hace un cálculo según los hábitos que usted tiene en su estilo de vida. Cada comportamiento evaluado obtiene un puntaje, el cual al ser sumado con los obtenidos en las demás preguntas genera un resultado equivalente a su huella ecológica.
Este resultado determina si está usted en sintonía con el promedio de consumo sostenible y si no le indicará cuánto está gastando de más y en qué puede mejorar.
¿Por qué debemos medir nuestra huella ecológica y adoptar estilos de vida sostenibles?
Nuestra huella global ahora excede en casi un 30% la capacidad del Planeta para regenerarse. La deforestación la escasez de agua, la decreciente biodiversidad y el cambio climático ponen en creciente riesgo el bienestar y desarrollo de todas las naciones. Si nuestras demandas al Planeta continúan a este ritmo, en el 2035 necesitaremos el equivalente a dos planetas para mantener nuestro estilo de vida.
Este indicador te ayudar a identificar como tus acciones tienen un impacto sobre el planeta y cuales son los cambios que debes llevar a cabo para disminuirla.
VEAMOS UN EJEMPLO DE LA HUELLA ECOLÓGICA QUE ESTAMOS DEJANDO PARA EL FUTURO
Chile es el tercer país de Latinoamérica con la peor eficiencia ecológica
“Desde aquí puedo ver la huella de la humanidad, incluidos los incendios forestales, la contaminación del aire y la erosión”. La frase de André Kuipers, astronauta holandés, no corresponde a una observación personal, sino que a parte del discurso con que hoy presentó -desde la Estación Espacial Internacional- la segunda edición del Informe Planeta Vivo (2012).
El estudio, realizado por la ONG World Wildlife Found (WWF), la Sociedad Zoológica de Londres y la Red Global de la Huella Ecológica, mide cómo ha disminuido la biodiversidad planetaria en los últimos 38 años y rankea a 150 países del mundo, según su huella ecológica. Esta establece la relación de eficiencia que existe entre su demanda por recursos naturales y la capacidad de cada territorio para satisfacerla.
El informe analiza la cantidad de agua y tierra que se ocupan en seis áreas productivas: pesca, ganadería, agricultura, terrenos para construir, industria forestal y emisiones de C02. A eso se suma cómo se hacen cargo de los desechos que con ello generan. La idea es obtener un indicador que muestra si estamos o no sobreexplotando nuestros recursos naturales. En este caso, la medida es en hectáreas y el fin es mostrar cuántas de ellas consume un ciudadano de ese país para sustentar su estilo de vida.
Según el ranking, los cinco países con peor huella ecológica en el mundo son Qatar (11,6 has), Kuwait (9,72), Emiratos Arabes Unidos (8,44), Dinamarca (8,25) y Estados Unidos (7,19). Eso significa que son las naciones que más presionan a sus ecosistemas. Chile (3,24) aparece como el tercer país con peor huella en la Latinoamérica, por detrás de Uruguay (5,08) y México (3,30), que lideran la zona. Eso significa que mientras un ciudadano de Qatar usa 11,6 hectáreas para mantener su estilo de vida, un uruguayo 5,08 y un chileno 3,24 hectáreas. El promedio del mundo y de Latinoamérica es 2,7 ha, siendo las naciones desarrolladas las que lucen una peor huella promedio: 5,6 ha.
Forestal, CO2 y pesca
A nivel global, el informe dice que -actualmente- estamos usando 50% más de los recursos que la Tierra tiene. Y si seguimos a este ritmo, para el 2030 se necesitarán dos planetas para abastecer a la humanidad. “Es como si el sueldo anual de una persona se le acabe en junio, a la mitad del año, y de ahí en adelante empiece a vivir a crédito”, dice Bosshard.
Si se miran las cifras nacionales, nuestro país está al límite de sobreexplotar sus recursos naturales, ya que las cifras revelan que existe una muy pequeña brecha entre la huella que produce (o como explota sus recursos) y la biocapacidad que tiene (la cantidad de recursos que dispone). “Chile está justo en el punto de equilibrio. Estamos pasando al otro lado, en una tensión”, explica Bosshard. Esto, porque mientras usamos 3,24 hectáreas per cápita para tener nuestro estilo de vida (huella ecológica), nuestra biocapacidad es de 3,74 hectáreas. “Eso significa que falta muy poco para que usemos más de lo que tenemos”, dice Bosshard.
En el caso de Chile, el 23% de nuestra huella ecológica proviene del CO2 que emitimos; el 28% de la demanda de recursos forestales; el 17% de los cultivos, y un 19% viene de los recursos pesqueros. Por ello, la industria salmonera y forestal chilena son tomadas como casos de estudio por el informe global, que indica que si estas áreas quieren evitar grandes impactos ambientales y el agotamiento de sus recursos naturales, deben hacer cambios. Para ello, recomiendan a ambas certificar sus procesos para hacerlos más amigables con el medioambiente, un camino en el que ya están trabajando, junto a WWF, revela el informe.
El estudio también establece el Indice Planeta Vivo Global, que revela que entre 1970 y 2008 se registró una disminución del 30% en los ecosistemas del planeta, específicamente, en 9.000 poblaciones de más de 2.600 especies. Dos ejemplos: los tigres han disminuido su población en 70% desde 1970, mientras que la biodiversidad de las zonas tropicales, un 60%.
TIERRAS ASÍ LE DEJAREMOS A NUESTROS HIJOS:
Rastros de minería ilegal alrededor de todo el mundo.
Sin nevados, sin esta maravilla en el mundo. Que poco a poco se nos desaparece.
Sin polos que nos reserva millones de agua.
Pero ahora estamos haciendo que se derritan debido al calentamiento global, perjudicando al continente porque habría la posibilidad de inundarse ciudades importantes.
Pero ahora estamos haciendo que se derritan debido al calentamiento global, perjudicando al continente porque habría la posibilidad de inundarse ciudades importantes.
Sin zonas en donde jugar, si el don de poder ver toda la naturaleza, solo desechos y deshabitado.
Sin estos animales que por el momento están en vía de extinción, no se vera esa biodiversidad.
¿QUE ESTAMOS HACIENDO CON NUESTRO PLANETA?
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EFECTOS SECUNDARIOS DE LA MINERÍA EN COLOMBIA
La minería ha sido una de las actividades más antiguas del hombre, incluso se puede afirmar que influyó prácticamente en el desarrollo de todas las actividades que conocemos en la actualidad. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo se ha podido comprobar que la actividad minera causa un fuerte impacto ambiental, debido a la destrucción de los suelos naturales y creación de nuevos suelos, los cuales presentan fuertes limitaciones físicas, químicas y biológicas que dificultan el desarrollo de la vegetación. Eso sin contar la contaminación que producen los relaves sobre las fuentes de agua y los altos niveles de plomo y azufre que se quedan en el aire.
El auge de la minería ha puesto en peligro el tesoro más grande de Colombia: su biodiversidad y riqueza natural.
IMAGEN DEL PÁRAMO DE SANTURBAN, COLOMBIA.
MINERÍA EN COLOMBIA
En Colombia no se conocen los impactos de la contaminación que producirán proyectos como el del Páramo de Santurbán (Santander y Norte de Santander – 92.000 hectáreas - surte de agua a 2.2 millones de habitantes) o La Colosa (Tolima), proyectos de explotación minera ubicados en zonas de reserva natural que han generado gran polémica, no sólo en las regiones afectadas, sino en todo el país. El desarrollo de esta minería a cielo abierto está produciendo nefastos impactos ambientales y sociales.
Existen decisiones de particulares que han incidido sobre la expedición de leyes tales como la 685 de 2001, cuya estructuración favorece el interés particular en desmedro de la necesidad del bienestar colectivo o ecológico, y han favorecido un desmedro legal en cuanto al cumplimiento de las regulación vigente en los Ministerios de Ambiente y el de Minas y Energía. Las dos últimas administraciones han sido demasiado laxas en proteger el medio ambiente, tan solo se han enfocado en la consecución de recursos que, a largo plazo, han demostrado ser más nocivos respecto al crecimiento económico.
Desde el punto de vista fiscal, estos proyectos de explotación minera de canteras se caracterizan por gozar de multimillonarias exenciones tributarias, pues el esquema nacional de regalías asegura una coyuntura fiscal terriblemente desigual: los materiales de construcción pagan el 1%.
Esto conlleva a que, desde el punto de vista ecológico, como consecuencia de la explotación minera legal e ilegal de canteras existan zonas que deberían encontrarse en proceso de recuperación morfológica y ambiental y las cuales se encuentran en abandono como consecuencia de la falta de recursos para su readaptación. Estas zonas que se ubican en las localidades de Usaquén, San Cristóbal, Rafael Uribe, Usme y Ciudad Bolívar.
Se ha incumplido la función de proteger el medio ambiente, hoy en día están en peligro de desaparecer páramos, bosques, nacimientos de cuerpos de agua, zonas de recarga acuíferas, nacederos de manantiales, tierras fértiles para agricultura y las mismas tierras urbanizables.
El impacto negativo sobre el sistema ecológico colombiano traerá consigo la escasez de fuentes hídricas, la erosión en suelos y escasez de tierras aptas para la agricultura, un creciente pasivo socio ambiental que tendrán que pagar los bogotanos, y un incremento creciente de problemas de salud relacionados con la explotación en zonas destinadas a vivienda.
IMAGEN DE EXPLOTACIÓN MINERA, COLOMBIA.
¿Desarrollo económico vs Conservación de páramos?
En Colombia algunos sectores sostienen que la conservación de las zonas de páramo
se encuentra en contravía del desarrollo económicosobre todo en un país con
desaceleración económica y una alta dependencia de la explotación de recursos naturales
no renovables tales como minerales, hidrocarburos y carbón.
Una mirada a las cifras permite constatar como el sector minero jugó un papel clave
como jalonador del crecimiento económico del segundo trimestre de 2009 al ser el de
mayor crecimiento después de la construcción con un 10.6% (DANE, 2009) y representar
un importante aporte para la economía de los departamentos y municipios de $319.000
millones por concepto de giro de regalías, suma que al compararse con el mismo período
de 2008 muestra un crecimiento del 57% (IMC, 2009).
Bajo este panorama, la pregunta de si existe dilema económico entre la conservación
de los ecosistemas de páramo o permitir el actual escenario de explotación como
propulsor económico, no se considera ni siquiera valida por dos motivos. En primer lugar
los páramos del país son vitales para la economía a largo plazo dada su importancia
hidrológica al ser aportantes de hidroeléctricas y acueductos locales, como por ejemplo el
caso de los páramos de Tota, Rabanal, Belmira, Chingaza y Farallones . Destinar
los páramos como zonas de explotación minera sería un contrasentido económico al no
cumplir la regla de asignación de recursos para el mejor uso socioeconómico.
Tomado de:
La explotación minera amenaza las fuentes hídricas de la ciudad
Las explotaciones de mineria causan graves efectos en el ambiente, y la sociedad.
Según el AMB, en la actualidad Ingeominas ha otorgado contratos de concesión, licencias de exploración y licencias de explotación en cerca de 60 mil hectáreas, de las 80 mil que conforman las cuencas productoras de agua que abastecen al Acueducto.
Se trata de las fuentes de alimentación de los sistemas hídricos de los ríos Suratá y Tona, ubicadas en los municipios de Suratá, Vetas, California, Matanza y Charta.
Germán Augusto Figueroa, gerente del AMB, sostuvo que si bien ya se descarta un racionamiento, “ahora la gran amenaza es la expedición de licencias mineras en las cuencas de agua. Hay 59 licencias mineras y solicitudes, de las cuales Ingeominas ya expidió 30 licencias y tiene otras 29 solicitudes nuevas”.
Daños ambientales
El gerente de la entidad añadió que si bien han expresado su preocupación ante las autoridades nacionales, departamentales y municipales, sobre los riesgos inherentes a esta actividad, dada la potencial afectación ambiental y principalmente al componente hídrico, las licencias expedidas no pueden ser revocadas.
“Lo único que nos queda por hacer es pedir al Gobierno Nacional que tenga cuidado con las nuevas solicitudes. Por el momento estamos esperando que empiecen a intervenir esos terrenos, pero estamos seguros que vamos a tener problemas con los frentes de agua”, aseguró el directivo.
De la misma manera, Figueroa advirtió que entre las consecuencias ambientales que sin duda producirá la minería en estas zonas se encuentra la variación del ecosistema, reducción de los humedales, destrucción de la capa vegetal y contaminación por metales pesados y sustancias tóxicas.
Tomado de:
A lo largo del tiempo hemos visto que han desarrollado mejores técnicas en cuanto a la minería, un ejemplo de ello es la Explotación a cielo abierto.
EXPLOTACIÓN A CIELO ABIERTO O ATAJO ABIERTO
La minería a cielo abierto aumenta la competencia por el uso de la tierra y el agua. “Las mineras siempre se ubican donde hay potencial del agua” Se las llama minas a cielo abierto o también se las conocen como minas a tajo abierto para diferenciarlas de aquellas minas en las que la extracción del mineral se consigue excavando galerías subterráneas.Son minas de superficie que adoptan la forma de grandes fosas en terraza, cada vez más profundas y anchas. Los ejemplos clásicos de minas a cielo abierto son las minas de diamantes de Sudáfrica, en las que se explotan las chimeneas de kimberlita, depósitos de mineral en forma cilíndrica que ascienden por la corteza terrestre y a menudo tienen una forma más o menos circular.
Impactos ambientales por la explotaciona cielo abierto:
Modifica la superficie terrestre del área de explotación: devasta la estructura del suelo produciendo cambios severos en la morfología del terreno.
• Eliminación del suelo y resecamiento en la zona circundante.
• Disminuye el rendimiento agrícola y agropecuario.
• El impacto sobre la flora es de gran magnitud, implica la eliminación de la vegetación y los bosques en el área de operaciones.
• Destrucción y modificación de la flora en el área circunvecina.
• Eliminación del suelo y resecamiento en la zona circundante.
• Disminuye el rendimiento agrícola y agropecuario.
• El impacto sobre la flora es de gran magnitud, implica la eliminación de la vegetación y los bosques en el área de operaciones.
• Destrucción y modificación de la flora en el área circunvecina.
La minería a cielo abierto utiliza, de manera intensiva, grandes cantidades de cianuro, una sustancia muy tóxica, que permite recuperar el oro del resto del material removido.
Para desarrollar todo este proceso, se requiere que el yacimiento abarque grandes extensiones y que se encuentre cerca de la superficie. Como parte del proceso, se cavan cráteres gigantescos, que pueden llegar a tener más de 150 hectáreas de extensión y más de 500 metros de profundidad.
IMAGEN DE EXPLOTACIÓN A CIELO ABIERTO.
PÁRAMO DE SANTURBAN (claro ejemplo de destrucción de paramos)
Este páramo se ha hecho muy famoso por el caso, de la multinacional canadiense llamada Greystar que quiere extraer varias toneladas de plata y oro de este páramo. Esta multinacional le presento al gobierno un proyecto, a simple vista muy bueno, pero al ver la cifra de 9 millones de oro y 59 millones de plata que pretenden extraer, estaríamos habando de una destrucción de la mayoría del páramo.
Pero según esta empresa este proyecto tiene beneficios laborales, y dicen que No abra IMPACTOS AMBIENTALES, y que la desintoxicación del suelo seria con cianuro.
Si puede que este proyecto traiga muchos beneficios para el estado, mucho dinero por intermedio, pero digan con que dinero se puede reconstruir semejante reserva natural, ni con todo el dinero abra una recuperación total de este páramo.
POR NUESTRO FUTURO DIGAMOS NO! A LA MINERÍA EN LOS PARAMOS.
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